martes, 29 de noviembre de 2011

S i e m p r e.

'Este Romeo está sangrando, pero tú no puedes ver su sangre. No son nada esos sentimientos, de este viejo perro pateado. Ha estado lloviendo desde que me dejaste, ahora me estoy ahogando en la sangre. ¿Ves que siempre he sido un luchador? Pues sin ti, no soy nada. Ahora no puedo cantar una canción de amor de la manera que tiene que ser. Bien, supongo que ya no soy más bueno, pero, este soy yo. Y yo, te amaré siempre, estaré ahí por siempre, un día, y otro, y otro más. Estaré ahí hasta que las estrellas no brillen, hasta que los cielos estallen y las palabras no rimen. Yo sé que cuando me muera, tú estarás en mi mente, y yo, te amo. Ahora las imágenes que dejas atrás son simplemente recuerdos de una vida diferente, algunas de ellas nos hicieron reír, otras nos hicieron llorar, pero ¿por qué tuvieron que decir adiós? Lo que daría por recorrer mis dedos por tu pelo, tocar tus labios, tenerte cerca, cuando tú dices tus rezos, trato de entender, que he cometido errores, soy simplemente un hombre. Cuando él te tiene cerca, cuando él se acerca a ti, cuando dice las palabras que tú quieres escuchar, desearía ser él y que esas palabras fueran mías, para decírtelas hasta el fin de los tiempos. Si me pidieras que llore o muera por ti, yo podría. Mira mi cara, no hay precio que no pagaría para decirte estas palabras a ti. Bien, no habrá suerte en esos dados cargados, pero si me dieras sólo otra oportunidad podríamos volver a tener nuestros viejos sueños y nuestras antiguas vidas. Encontraremos un lugar donde el sol aún brille.'

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