lunes, 23 de julio de 2012

"Todo tiene un final..."

Es el choque de dos mundos distintos. Ella, una chica que lo tenía todo absolutamente, vivía en su mundo de princesas donde nada ni nadie le podía hacer daño. Él, alguien de la calle, el "líder" de cuatro chavales que le seguían el rollo, gente normal. Ella siempre perfectamente vestida, cuidando cada detalle. Sus fiestas eran formales, reuniones de gente con dinero, y así transcurría su vida. Él, por otra parte, sólo se reunía para fumar y beber, y el vestir le daba demasiado igual. Hasta que un día sus mundos se juntaron. Dicen que las casualidades no existen, y puede que no haya sido una casualidad. O puede que sí existan. Ella se empezó a ilusionar con él y él la tenía como una más. Hasta que él se dió cuenta de que ella le importaba, le importaba más que lo que dijese la gente. Ella le quería como a nadie. En el fondo, por muy distintos que fuesen, sabían seguir adelante, aunque muchas veces él pensaba que no podrían, pero entonces ella sonreía y le daba veinticuatro motivos más. Aquello era otra historia, completamente diferente al resto. Él le enseñaba la realidad, y ella la felicidad. Ella le enseñó lo que es querer a alguien, y él lo que es sufrir por alguien. Daban todo el uno por el otro. Pero cada cuento tiene su final. Y como aquella era la historia de una princesa sin príncipe, estaba claro que él nunca le traería su zapato de cristal. Y ahí se acabó "la casualidad" de haberse encontrado. Aunque ellos se quieren, sus mundos no tenían mucho en común, es más, no tenían nada que ver. Y así es, como pasaron a ser la persona más importante de la vida del otro. Pero cada uno tenía un camino, y ellos esperan que ese camino les vuelva a unir.

viernes, 13 de julio de 2012

Todo ha cambiado.

A veces pasa que conoces a alguien y pasa a ser las persona más importante, alguien por quien darías la vida, alguien con quien vivir siempre. Y tú mundo se bloquea. Nada sigue el ritmo de siempre. Sólo existen las llamadas de los domingos por la noche, los "buenos días, princesa", las sonrisas, las escapadas de casa, las ilusiones, los buenos momentos. Y derrepente alguien pulsa el "on" y todo se activa, y ves que todo va a un ritmo, pero eres incapaz de seguirlo. Los buenos momentos se convierten en simples recuerdos, y por supuesto el domingo siempre pasar despacio, no tienes un sms por las mañanas, finjes sonrisas por miedo a fallar a los tuyos, y las ilusiones... Las ilusiones simplemente te destrozan a ti misma. Piensas que quizá cada uno tenemos nuestro camino y ese no era el tuyo, o que quizás mañana volverá todo a estar como estaba, o ese mañana nunca llegará. Quizás ese no es tu ritmo, o quizás es que toca aprentar los dientes y espabilar. Y es ahí cuando te das cuenta de que las cosas pueden cambiar muy rápido. Las personas que estaban ya no están, y las que se habían ido vuelven, y otra vez todo cambiado. Descolocado. Empezando a decir "el tiempo pone a cada uno en su sitio" y deseando con todas mis fuerzas que tu sitio esté al lado del mío, como fue hasta ahora. Porque te dije que por ti me la jugaba aún si supiese que perdía, me dijiste que por mucho que nos costase siempre iríamos hacia delante aunque fuese difícil. Así que toca ponerse las pilas, porque ya sabes que prácticamente eres el dueño de mi sonrisa.

sábado, 7 de julio de 2012

La única persona por la que me la jugaría.

Estamos aprendiendo de los errores. Es imposible tocar el cielo todo el rato sin parar. Pero se sabe perfectamente que ahí vamos a estar, cueste lo que cueste, ahí donde no existe el peligro si estamos los dos. Porque no quiero estar ahí sin ti y prefiero pensar que no hemos perdido. Eres quien me enfada y me alegra, quien empieza y acaba, quien me hace llorar y quien me puede sacar miles de sonrisas en cero coma. Y yo estoy como tocando el fuego sin quemarme, porque simplemente eres quien me mata y me da la vida.