domingo, 12 de abril de 2015

A mi lado

Te puedo explicar por qué no me entiendes
y piensas que estoy loca.

Puedo empezar diciéndote que,
como bien sabes,
yo hago todo a mi manera
y mi manera es tan contradictoria como yo misma.

También sabes que no me gusta arrepentirme,
pero me gusta arriesgarme
a que en la siguiente décima de segundo todo se vaya a la mierda,
y aún así,
ser capaz de quedarme con el "por lo menos lo hemos intentado".

Que tengo sueños corrientes
en camas corrientes pero pequeñas,
aunque el tamaño sea el adecuado cuando se trata de ti.

Quiero decir,
que todo me gusta en su justa medida.
Que todo depende,
y casi todo tiene que ver contigo.

Que sonrío más cuando andas cerca,
y más aún si lo haces de mi mano.

Y qué locura por mi parte decirte
que quiero leerte poemas todos los atardeceres de tu vida a la orilla del mar
o a la orilla de cualquier río
o a la orilla de tu cama...
O igual tan sólo quiero leerte.

Que te rompo los esquemas porque los odio,
porque la vida es más bonita cuando no esperas nada.

Que quiero verte todos los amaneceres de mi vida
porque ver tus ojos es como despertarse cualquier día soleado de primavera;
pero también quiero anochecer contigo
y créeme que no se me ocurren razones por las cuales quiero hacerlo,
pero quiero.

Y se que no me entiendes...
y que a veces piensas que estoy loca.

Y tampoco se me ocurren razones por las que pedirte que te quedes,
pero hazlo,
porque sabes mejor que nadie
que puedo hacerte la vida tan bonita como
a veces
complicada.

viernes, 3 de abril de 2015

Margot




Quisiera saber cuántas veces
has gritado en silencio.
Cuántas veces has salido corriendo
mientras te quedabas quieta en cualquier bar
buscando salidas de emergencia en tu cabeza.
Lo digo por tu sonrisa.
Y por esos ojitos sin ganas
que paseas con esos andares de
"mírame como sobrevivo".
Lanzas mensajes de auxilio
en miradas que no recibirá nadie.
Dejas mensajes de voz en contestadores
que nunca serán reproducidos;
aunque quizás los dejas por eso, no se.
Buscas personas que sean puente
o soga
o cuchillo,
pero que te hagan sentir
que no eres tú lo peor que te ha pasado en la vida.
Llevas tatuadas en la piel cicatrices que no borrará nadie,
y estoy casi segura de que te lanzarías corriendo a los brazos de la locura
aunque solamente sea para olvidarte.
Aunque sólo sea por un rato.
Y yo creo,
en ti,
porque creo que nadie es dolor para siempre,
y que dejarse caer en las manos de cualquiera
como es la locura
a veces puede salvarnos.