miércoles, 26 de diciembre de 2018

Cuando tú no estás


Cuando estabas cerca el mundo era distinto. Todos los días parecían viernes y todas las horas eran la hora de la merienda. ¿Eso significa ser feliz? No lo sé. De lo único que estoy segura es de que la vida era un poquito menos triste cuando iba de tu mano. Porque cuando estabas tú mis miedos no tenían espacio. Y yo sólo quería correr, bailar, gritarte que te quería… Nunca fui tan libre como a tu lado. Porque me metiste en tu jaula y allí podía hacer lo que me daba la gana. Todo parecía más fácil. Desde que no estás no soy infeliz, pero sí un poquito más triste. Porque sigo siendo libre pero a veces me quedo quieta y solamente me resigno a lo que viene. Creo que fue desde el día en que me dijiste que eras experto en destrozar lo que te importaba. Y entonces abriste la jaula y me pediste que saliera. Ni si quiera quisiste escuchar que yo era feliz allí. Yo tampoco lo dije. Simplemente salí y, bueno, a veces pienso que el mundo de ahí fuera está un poco triste porque tú no estás. Yo a veces también estoy un poco triste porque tú no estás. Y sigo teniendo ganas de gritarte que te quería y que seguramente todavía te quiero. Pero, ¿podrías oírlo ahora que yo estoy tan lejos?